8 abr 2020

en estas semanas de estar en casa...


...está bien sacar a la intemperie de cuando en cuando lo que nos pertenece, pero manteniendo las riendas. En la parte alta de la city la propietaria saca a plena luz del mediodía el cuadro de mi autoría Autorretrato (enrejado) 2009 acrílicos s/tela, 73 x 73 cm. y que hace años me adquirió de manera tan generosa (no deja de sorprenderme el que alguién tenga la exquisita amabilidad de meter en su casa, en su mundo, una obsesión ajena, ¿qué otra cosa puede movernos a pintar, esculpir, danzar...?), y, además, su gata negra, o gato, no queda claro según lo que dicen sus dos mensajes. Y me envía esta foto con el siguiente mensaje «Este no está en venta. La gata sí.»; y segundos después se corrige «Miento. Gatito tampoco». Y arrepentirse tampoco impide mirar el horizonte. «¡Infinito es el trozo más pequeño del mundo!» Friedrich Nietzsche dixit.

no, no son pocas las cosas que (felizmente) se contagian;  a veces ocurre.

...y nada ya será como antes; tampoco en la parte baja de la ciudad, junto al parque.

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